Ha tenido mucha mucha suerte, se nos ha ido aquí al ladito, al Rebolledo, con Ramón y toda su familia. Hoy ya hemos llamado para ver cómo ha pasado la noche, y nos han contado que estaba frente a la chimenea acurrucada, ronroneando, ¿cómo no? Ha dormido en la cama, haciéndole compañía a su compañera humana.
¡Enhorabuena princesa! Somos muy felices por ti.
Me da envidia, Carey es muy dulce y se pasa todo el tiempo ronroneando, me alegro.
ResponderEliminar